A pesar de la eficacia del servicio operativo de limpieza que triplica sus trabajadores todas las mañanas en las zonas que rodean el ocio nocturno para dejar calles , plazas y parques en perfecto estado , seguimos encontrando a jovenes irresponsables que dejan las famosas cápsulas del gas de la risa tiradas por las calles y jardines tras su consumo
Este gas como droga está muy extendido, los consumidores inflan globos con el sifón que contiene el óxido nitroso y lo inhalan. Una vez el gas llega al cerebro provoca una sensación de evasión y euforia, acompañada de la pérdida del control motor y risa.
Según explican algunos expertos, esta droga por sí sola no es mortal, pese a que sí que provoca daños cuando su consumo es persistente como psicosis, depresión, pérdida de memoria, espasmos, entumecimiento, zumbidos en los oídos…
Sin embargo, los jóvenes no consumen esta droga de manera aislada, sino que la combinan con otras como el alcohol o la marihuana, o incluso drogas de diseño como el éxtasis y la cocaína. Esto potencia el riesgo de muerte por la combinación de diferentes drogas que puede derivar en sobredosis o por actuar de manera inconsciente por la euforia que provoca.
Se dio el caso de una adolescente en otra localidad que aspiró óxido nitroso y lo combinó con alcohol. El ‘subidón’ hizo que saltara de un coche y se tirara de un puente.
